El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechó la inauguración de la LXVII Cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú para hacer un llamado a la unidad y el multilateralismo en un contexto global marcado por "crecientes incertidumbres".
Lula destacó que el Mercosur es "un ejemplo de cómo podemos continuar con el ejercicio del multilateralismo, con el cuidado del crecimiento de nuestras economías y del aumento de la calidad de vida del pueblo que representamos". En ese sentido, el mandatario brasileño reveló su expectativa de que en los próximos 6 meses, bajo la presidencia pro tempore de Paraguay, se logren "buenos acuerdos internacionales" para el bloque.
El presidente de Brasil criticó duramente las políticas "anti inmigratorias" adoptadas por el expresidente estadounidense Donald Trump, al afirmar que "las fronteras no pueden ser prohibitivas" y que "en un mundo en el que construir muros es más fácil que construir puentes, este es un legado que merece ser recordado" en referencia a la inauguración de un nuevo puente entre Brasil y Paraguay.
Lula también se refirió a la postergación de la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, lamentando que "teníamos en las manos la oportunidad de transmitir al mundo un mensaje importante de defensa del multilateralismo y de fortalecer nuestra posición estratégica. Pero, por desgracia, la Unión Europea todavía no se decidió".
Ante este escenario, el mandatario brasileño advirtió que el Mercosur "seguirá trabajando con otros socios", citando como ejemplos los acuerdos firmados recientemente con la EFTA y los avances en las negociaciones con la India y los Emiratos Árabes.
