El robo de 124 votos por correo en una oficina de Correos en Extremadura ha generado una fuerte polémica política, con el Partido Popular (PP) negando que haya acusado de fraude electoral. La vicesecretaria de Sanidad y Política Social del PP, Carmen Fúnez, ha defendido que el planteamiento de su partido responde únicamente a la necesidad de denunciar la sustracción de los votos, y no a una acusación de manipulación del proceso electoral.
Según Fúnez, el PP buscaba asegurar que los afectados por el robo en Fuente de Cantos (Badajoz) pudieran ejercer su derecho al voto con total seguridad y libertad, y no cuestionar el sistema electoral en sí. La dirigente popular ha felicitado a la Guardia Civil por esclarecer rápidamente el delito común, que involucró también el robo de 14.000 euros en efectivo y material de oficina.
Sin embargo, el incidente generó una fuerte polémica política, con la presidenta de la Junta de Extremadura y candidata del PP, María Guardiola, calificando el suceso como un "robo a la democracia". Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, criticó la "expansión de bulos" por parte del PP y defendió la integridad del proceso electoral.
El robo en la oficina de Correos de Fuente de Cantos, ocurrido en la madrugada del pasado miércoles, reabrió el debate sobre la seguridad del voto por correo en Extremadura. Aunque las autoridades lo calificaron como un delito común, el PP insistió en reclamar garantías democráticas, pero descartando interpretaciones de fraude.
Fúnez ha criticado la falta de reacción del Gobierno y del PSOE, resaltando que ninguna autoridad denunció los hechos. "Lo raro no es que el PP denunciase el robo, sino que el Partido Socialista no lo hiciera", ha afirmado.
En un contexto ya marcado por la crispación y la confrontación entre partidos, el incidente fue utilizado en el debate político para alimentar la tensión y la desconfianza en el proceso electoral. Ahora, el PP recula para no vincularse a la acusación de robo en las elecciones.
