La exposición "100 pesebres en el Vaticano" ha transformado la Plaza de San Pedro en un escaparate de las tradiciones navideñas de todo el mundo, con un especial protagonismo de los belenes o nacimientos latinoamericanos, que destacan por su colorido, riqueza de materiales y simbolismo cultural.
La VIII edición de esta muestra gratuita reúne 132 belenes procedentes de 23 países, con representaciones de Europa, Asia, África y América. Entre las piezas más llamativas se encuentra el belén de México, que participa por primera vez como país anfitrión con una obra de gran formato donado por el estado de Chihuahua.
Elaborado en fibra de vidrio y pintado a mano por artesanos chihuahuenses, el nacimiento representa a los "rarámuri", pueblo originario de la Sierra Tarahumara, y subraya su fortaleza y vínculo con la naturaleza. La escena se completa con un árbol navideño decorado con esferas pintadas a mano por artistas de Mata Ortiz y elementos propios del paisaje serrano, como piñas gigantes y piezas de cestería tradicional.
Brasil también destaca con un belén procedente del Santuario del Cristo Redentor de Río de Janeiro, elaborado con fibras de coco y banana, que integra materiales característicos del entorno tropical. Estas piezas reflejan la creatividad y el ingenio de los artistas latinoamericanos, capaces de transmitir su fe a través de materiales propios de sus regiones y de integrar la tradición cristiana en contextos culturales diversos.
Paraguay y Perú también están presentes con obras que reflejan la riqueza artesanal y el colorido característico de la región. Perú participa con un pesebre de artesanía tradicional del Cuzco, tallado íntegramente a mano en un solo tronco de madera, que refleja la cosmovisión andina y la herencia cultural de la antigua capital del Tahuantinsuyo. Por su parte, Paraguay aporta una propuesta que combina técnicas tradicionales y materiales naturales, en una reinterpretación sobria y simbólica del nacimiento de Jesús.
La variedad de materiales utilizados en los belenes, que van desde el vidrio y la resina hasta la lana y las fibras vegetales, subraya la diversidad creativa de la muestra y su capacidad de integrar estilos muy distintos en un marco común. Los visitantes destacan la originalidad de las piezas y la diversidad cultural del recorrido, que les permite sentirse representados y compartir su fe con el mundo.
La muestra de pesebres del Vaticano permanecerá abierta al público durante todas las fiestas de Navidad y Año Nuevo, hasta el 8 de enero de 2026, ofreciendo a los visitantes una oportunidad única de disfrutar de las tradiciones navideñas de todo el mundo.
