En la reciente Cumbre del Mercosur, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, emitió una fuerte advertencia sobre los peligros de una posible intervención militar en Venezuela. Lula afirmó que tal acción sería "una catástrofe humanitaria" y crearía un "grave precedente" para toda Sudamérica.
El mandatario brasileño cuestionó la presencia militar de potencias extranjeras en la región y llamó a fortalecer la integración, la democracia y la cooperación regional para hacer frente a desafíos como el crimen organizado y la violencia de género. Lula se ha propuesto como mediador entre Venezuela y Estados Unidos, y ha mantenido conversaciones con ambos líderes.
Durante la cumbre, Brasil se negó a aprobar una resolución propuesta por Argentina y Paraguay para condenar las violaciones a los derechos humanos y las amenazas a la democracia en Venezuela. Lula argumentó que el debilitamiento de las instituciones en la región ha abierto más espacio al crimen organizado, y propuso una reunión regional de ministros de Justicia para discutir medidas de cooperación.
El presidente brasileño también abordó el problema de la violencia de género en América Latina, señalando que la región registra once feminicidios diarios. Lula pidió a Paraguay, como nuevo presidente temporal del Mercosur, que impulse la creación de un pacto por el fin del feminicidio y la lucha contra la violencia contra la mujer.
La advertencia de Lula sobre una posible intervención militar en Venezuela se produce en un contexto de tensión regional y global, donde las potencias externas mantienen una creciente presencia en Sudamérica. El líder brasileño hizo un llamado a fortalecer la integración y la cooperación entre los países de la región para hacer frente a estos desafíos.










