El Gobierno boliviano y el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, han iniciado un proceso de acercamiento y diálogo para relanzar la relación bilateral entre ambos países, luego de años de tensión y distanciamiento diplomático.
Así lo confirmó el canciller boliviano, Fernando Aramayo, quien destacó que el contacto telefónico entre el presidente Rodrigo Paz Pereira y Kast tras su elección fue "constructivo y muy positivo", abriendo una nueva etapa de entendimiento entre La Paz y Santiago.
Aramayo señaló que Paz Pereira asistirá en marzo de 2026 a la ceremonia de asunción de mando de Kast, en lo que el Gobierno boliviano considera una "señal política clave" para impulsar una agenda bilateral basada en el diálogo, el pragmatismo y los intereses compartidos.
"Bolivia siempre va a ser respetuosa de las políticas y decisiones de los otros países. Existe la voluntad de retomar una agenda que nos permita estrechar la relación con Chile", afirmó el canciller.
Ambos países comparten una extensa agenda que abarca temas como comercio, migración, economía, cultura, recursos hídricos, medio ambiente y minería, entre otros. "Somos vecinos de larga data. Tenemos más de 900 kilómetros de frontera y múltiples intereses comunes. La agenda es prácticamente interminable", señaló Aramayo.
No obstante, el canciller remarcó que el desafío inmediato será priorizar los temas y traducir la voluntad política en acciones concretas, dejando atrás "visiones ideologizadas que solo nos condujeron al aislamiento".
En ese sentido, el relanzamiento del vínculo bilateral comenzó a materializarse con la reanudación de reuniones técnicas en Arica, donde delegaciones de ambos países abordaron temas estratégicos como la mejora del servicio portuario, acuerdos comerciales, integración aérea y el proyecto de reversa del Oleoducto Sica Sica.
Paralelamente, Bolivia y Chile también fortalecieron su coordinación en materia de seguridad, con la firma de un acuerdo para investigar delitos transnacionales y conformar un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre ambas fiscalías.
Si bien Bolivia y Chile no mantienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1962, salvo un breve período entre 1975 y 1978, el Gobierno de Paz considera que la visita presidencial a Santiago en 2026 puede marcar un punto de inflexión, consolidando una relación sustentada en el diálogo político, la cooperación concreta y una agenda común de integración y desarrollo.
