Tegucigalpa, Honduras - En medio del escrutinio especial de actas con inconsistencias en las elecciones presidenciales de Honduras, el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, se ha pronunciado firmemente en contra de validar cualquier resultado "fraudulento".
Ochoa, quien recientemente tuvo su visa negada por Estados Unidos, aseguró que no cederá a presiones internas o externas para avalar resultados electorales que no reflejen la voluntad del pueblo hondureño. "A mí no me van a obligar a validar ninguna elección fraudulenta. Lo que se constata es que la elección del 30 de noviembre, tal y como lo dije antes, es la elección más sucia que ha existido", declaró.
El consejero argumentó que la elección del presidente de Honduras es una decisión soberana de los hondureños, y que no aceptará la injerencia de otros países en este proceso. "Yo voy a seguir insistiendo en que el resultado final que debe declarar el CNE debe ser por el que votó el pueblo hondureño", afirmó.
Ochoa se ha mantenido distante de otras consejeras del CNE, como Ana Paola Hall y Cossette López, y advirtió que no lo van a obligar a validar ningún "fraude". "Estoy acá para representar al pueblo, no al presidente de otro país; estoy aquí pagado por el pueblo, nombrado por delegación de segundo grado por el Congreso Nacional", recalcó.
Tras varios atrasos, el CNE inició el pasado jueves el escrutinio especial de más de 2,700 actas, lo que ha estrechado el margen entre los dos principales candidatos presidenciales, Nasry Asfura del Partido Nacional y Salvador Nasralla del Partido Liberal. Ahora la diferencia entre ambos es de solo 23,498 votos, con más de 1,000 actas aún por escrutar.
El consejero Ochoa ha reiterado su compromiso de defender la democracia y la voluntad soberana del pueblo hondureño, sin ceder ante presiones internas o externas. Su posición firme en medio de este proceso electoral tenso y controvertido ha sido ampliamente respaldada por sectores que exigen elecciones transparentes y justas en Honduras.
