La Lotería de Navidad es una tradición que se remonta a más de dos siglos atrás en España. Sus orígenes se remontan a 1763, cuando el rey Carlos III instauró la "Lotería Real" con el objetivo de recaudar fondos para hospitales, hospicios y otras obras públicas.
En ese entonces, el modelo de lotería que se estableció en España fue inspirado en el que ya existía en Nápoles desde 1682, cuando Carlos III era rey de ese territorio. El sistema consistía en que un niño con los ojos vendados extraía cinco bolas de una bolsa que contenía 90, y los participantes podían elegir cuántos números jugar del 1 al 90.
Casi 50 años después, en 1811, la ciudad de Cádiz fue testigo de la aprobación de la Lotería Nacional, aunque el primer sorteo no se celebró hasta el 4 de marzo de 1812, el mismo año en el que se promulgaba la primera Constitución española, la conocida como 'La Pepa'. En ese momento, los billetes se dividían en cuartos, cada uno con un valor de diez reales, y la antigua Lotería Real pasó a denominarse Lotería Primitiva Nacional.
Fue en 1818 cuando se organizó un sorteo especial coincidiendo con la Navidad, que puede considerarse como el origen del Sorteo Extraordinario de Navidad. Aunque no sería hasta 1839 cuando el popular sorteo navideño comenzó a celebrarse regularmente, y habría que esperar hasta 1897 para que el sorteo de Navidad recibiera oficialmente dicho nombre.
Incluso durante la Guerra Civil española, la Lotería de Navidad no se detuvo. En 1938, se celebraron dos sorteos: uno en Barcelona, del lado de la República; y otro en Burgos, donde el bando franquista se hizo con el poder durante las primeras semanas de la contienda tras el fallido golpe de Estado contra el Gobierno legítimo. Al año siguiente, terminada la guerra, el sorteo se celebró en Madrid.
Hoy en día, la Lotería de Navidad sigue siendo una tradición arraigada en la sociedad española, con millones de personas participando cada año en la esperanza de ganar el codiciado "Gordo".











