Tras la confirmación oficial de la presencia del hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense Raza 4 Tropical (Fusarium R4T) en una finca bananera de la provincia de El Oro, el sector bananero ecuatoriano enfrenta un desafío de magnitud. Expertos y autoridades insisten en que el patógeno no se transmite por la fruta, pero advierten sobre los riesgos de propagación interna a través del agua y las prácticas de bioseguridad deficientes en algunas fincas.
El Gobierno ha declarado la emergencia fitosanitaria y activado el Plan Nacional de Contingencia, enfocado en la contención del brote y el mantenimiento de la credibilidad del Ecuador como proveedor confiable de banano en los mercados internacionales. Según las autoridades, el foco identificado se mantiene confinado y bajo control técnico, sin afectación a las exportaciones, el consumo local, los precios ni la calidad del producto.
Sin embargo, los pequeños productores expresan preocupación por los costos adicionales que implica la implementación de las medidas de bioseguridad, como pediluvios, desinfección de herramientas y control de visitas. Algunos temen que el agua de las lluvias pueda propagar el hongo a otras fincas si no se toman las precauciones necesarias.
La respuesta del país ha sido calificada como clara y planificada desde el inicio, con la activación de protocolos, simulacros y capacitación de más de 103.000 actores del sector. Agrocalidad destaca que la inversión sostenida en los últimos años ha fortalecido las capacidades técnicas del país, incluyendo la acreditación de laboratorios bajo normas internacionales.
Ahora, la corresponsabilidad y la articulación interinstitucional serán claves para proteger la sanidad vegetal y garantizar la sostenibilidad del sector musáceo en Ecuador, principal exportador mundial de banano.
