La Central Obrera Boliviana (COB), la principal central sindical de Bolivia, ha decretado un paro indefinido en rechazo al reciente aumento en los precios de los combustibles, conocido como el "gasolinazo". Luego de un ampliado, la COB determinó sumarse a las movilizaciones populares y exigir al Gobierno la abrogación del decreto que eliminó los subsidios a los carburantes.
El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, señaló que están dispuestos a dialogar con el Ejecutivo, pero dejaron claro que como condición previa el Gobierno debe derogar la medida que ha generado un fuerte rechazo en amplios sectores de la sociedad boliviana.
"Vamos y nos sumamos al pueblo movilizado con el paro general indefinido, movilizado. Queremos denunciar a la [...]", expresó Huarachi, haciendo un llamado a la unidad de los trabajadores y la ciudadanía en general para hacer frente a esta decisión gubernamental.
El aumento en los precios de los combustibles, de hasta 57% en el caso de la gasolina, ha desatado protestas en todo el país. Organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos de oposición han convocado a manifestaciones para exigir la reversión de esta medida, que consideran perjudicial para la economía de las familias bolivianas.
La COB, que agrupa a diversos gremios y sindicatos, ha sido históricamente un actor clave en la política boliviana, ejerciendo una fuerte influencia en las decisiones del Gobierno. Su convocatoria a un paro indefinido representa un desafío importante para el presidente Luis Arce, quien tendrá que encontrar una solución negociada al conflicto para evitar una mayor escalada de las protestas.
Analistas señalan que el "gasolinazo" forma parte de un paquete de medidas económicas impulsadas por el Gobierno para reducir el déficit fiscal y cumplir con los compromisos adquiridos con organismos internacionales. Sin embargo, la decisión de eliminar los subsidios a los combustibles ha generado un fuerte rechazo en la población, que ve afectado su poder adquisitivo.
El paro indefinido convocado por la COB se suma a las movilizaciones que ya se han registrado en varias ciudades del país. Los próximos días serán clave para determinar si el Gobierno cede ante las presiones y revierte la medida, o si se mantiene firme en su posición, arriesgándose a una mayor conflictividad social.











