Desde tempranas horas de este viernes, los choferes de Bolivia iniciaron un paro de 24 horas en rechazo al Decreto Supremo 5503, que eliminó la subvención a los hidrocarburos y fijó nuevos precios a los carburantes, provocando un aumento de hasta el 150% en el diésel.
La medida de presión se reforzó con vehículos apostados en cerca de 48 puntos, entre calles y avenidas, de la urbe paceña, paralizando la circulación en La Paz. Los bloqueos se extendieron también a la ciudad de El Alto, con más de 30 puntos intransitables.
Los puntos de bloqueo van desde la zona de Villa Salomé hasta Pampahasi en La Paz, incluyendo el Cruce de Villa, Villa Copacabana, el puente Pasoskanki, la zona Miraflores, Villa Fátima, Achumani, Calacoto y Obrajes. En el centro paceño, los bloqueos se concentran en el estadio Hernando Siles, la plaza Uyuni, el mercado Yungas, la Avenida Camacho, 16 de Julio, Federico Zuazo, J.J. Pérez y la Avenida 20 de Octubre.
Según los voceros de los choferes, la medida busca la abrogación del Decreto Supremo 5503, pero el Gobierno ha sido contundente al señalar que "estas medidas no son negociables". Mientras tanto, los usuarios se ven afectados por la falta de transporte público en ambas ciudades.
En Tarija, los choferes también iniciaron un paro de carácter indefinido el jueves, en rechazo al mismo decreto. Los transportistas advierten que la medida puede incluir bloqueos y el cierre de vías troncales en la ciudad.
El Gobierno ha insistido en el diálogo, pero los transportistas han confirmado que el paro nacional se mantendrá desde el próximo lunes. La situación se perfila como una nueva crisis entre el Ejecutivo y el sector del transporte en Bolivia.
