Las empresas distribuidoras de gas licuado de petróleo (GLP) en Argentina han advertido que tomarán medidas de presión, incluyendo la suspensión al 100% de la distribución de garrafas de GLP en los barrios, como consecuencia de la eliminación del subsidio a los combustibles que excluye al GLP.
Según informaron, la eliminación del subsidio hará que los costos de transporte se dupliquen, ya que los camiones que reparten las garrafas tendrán un aumento significativo en el gasto de combustible. Esto pondría en riesgo la viabilidad del negocio y obligaría a las empresas a tomar acciones drásticas.
"Los surtidores de Bolivia y las empresas distribuidoras de Gas [...]", señalaron, sin brindar más detalles sobre el alcance de las medidas que planean implementar. La suspensión total de la distribución en los barrios sería una medida extrema que dejaría sin acceso al GLP a miles de familias que dependen de este combustible para cocinar y calentar sus hogares.
El GLP es utilizado por millones de argentinos, especialmente en los sectores de menores recursos, que no tienen acceso a la red de gas natural. La eliminación del subsidio a este combustible podría tener un impacto significativo en la calidad de vida de estos hogares, que verían aumentar considerablemente el costo de acceder al GLP.
Las empresas distribuidoras advierten que, de no recibir una solución por parte del gobierno, se verán obligadas a tomar medidas que afectarán directamente a los consumidores finales. Esto plantea un desafío importante para las autoridades, que deberán encontrar una forma de mantener el acceso al GLP a precios asequibles para los sectores más vulnerables de la población.
