Más de seis años después del último conflicto armado entre Israel y grupos palestinos en Gaza, las autoridades del enclave siguen enfrentando un grave problema con los restos explosivos de guerra. El Ministerio del Interior palestino advirtió que aún quedan miles de municiones sin detonar en la Franja, representando un peligro constante para la población civil.
Un niño de 6 años murió y sus hermanos resultaron heridos esta semana luego de que una de estas municiones explosionara en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza. Este fue solo uno de los varios incidentes recientes con artefactos sin explotar, según informó la agencia de defensa civil palestina.
Las autoridades hicieron un llamado urgente a los residentes para que alerten a las fuerzas de seguridad si encuentran cualquier objeto sospechoso. Asimismo, denunciaron que las organizaciones humanitarias no han recibido la autorización completa para llevar a cabo la limpieza y remoción de estos explosivos, mientras que Israel obstaculiza el ingreso de equipos y maquinaria necesarios.
Expertos estiman que la tarea de desactivar y retirar todos los restos explosivos en Gaza podría tardar hasta 30 años, dada la magnitud del problema. Mientras tanto, la población civil sigue expuesta a este peligro heredado de los conflictos pasados.
La situación en Gaza se ve agravada por la devastación causada por los bombardeos israelíes en los últimos años, que han destruido gran parte de la infraestructura y servicios básicos del enclave. Esto, sumado a los altos niveles de pobreza y desempleo, ha desencadenado una crisis humanitaria de enormes proporciones.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) condenó la "incapacidad planetaria de frenar el desastre humanitario" en Gaza, calificando la inacción de la comunidad internacional como una "abierta complicidad" con los crímenes de Israel. La organización aseguró que la situación de los habitantes de la Franja se somete a "extremos insoportables e inhumanos".
Mientras tanto, las autoridades palestinas continúan solicitando ayuda y cooperación internacional para hacer frente a esta peligrosa herencia de la guerra en Gaza, que pone en riesgo constante la vida de miles de civiles.











