El whaling, una forma avanzada de phishing, está afectando a las empresas de todo el mundo. Esta estafa sofisticada apunta directamente a altos ejecutivos como CEOs, gerentes y directores financieros, con el objetivo de robar dinero o información confidencial.
Los atacantes detrás del whaling realizan una exhaustiva investigación de la víctima y su compañía, utilizando datos reales para suplantar a ejecutivos, socios o proveedores de confianza. Mediante correos electrónicos y un lenguaje profesional que genera urgencia y autoridad, logran inducir a las víctimas a realizar transferencias de dinero, efectuar pagos falsos o entregar información sensible.
"Es una amenaza muy peligrosa porque los delincuentes se enfocan en los altos mandos, quienes tienen acceso a fondos y datos cruciales de la empresa", explica el experto en ciberseguridad, Juan Pérez. "Además, el uso de información real hace que sea muy difícil de detectar a simple vista".
Para prevenir este tipo de ataques, los expertos recomiendan implementar protocolos claros de verificación por múltiples canales, limitar la información pública sobre la empresa y sus ejecutivos en las redes sociales, y capacitar constantemente al personal sobre las últimas tácticas de phishing.
"El whaling es un recordatorio de que nadie está a salvo de los ciberdelincuentes. Incluso los líderes empresariales más experimentados pueden caer en estas trampas si no se toman las medidas de seguridad adecuadas", advierte Pérez.
Las empresas deben estar atentas y preparadas para enfrentar esta amenaza cada vez más sofisticada. Implementar sólidas políticas de ciberseguridad y capacitar a los empleados serán claves para evitar costosas y dañinas consecuencias.











