El Contralor de la República, Anel Flores, salió al paso de las acusaciones de corrupción por su participación accionaria en uno de los ingenios azucareros del país. Flores aseguró que no hay "ningún negociado" y que la prioridad es cubrir primero la producción nacional de azúcar antes de abrir las importaciones de etanol.
Flores, quien se declaró accionista importante de una de las cuatro centrales azucareras del país, explicó que los cambios que se introducirán en la ley permitirán a todos los interesados importar etanol, pero con la condición de que primero se compre el producto nacional.
"Aquí no hay una caña para etanol, de lograrse los cambios que se requieren en la ley, que será presentada en los primeros días del mes de enero, se hará un foro abierto, pero lo que se está tratando de hacer es que la caña que existe hoy día es para azúcar y seguir haciendo azúcar", dijo Flores.
El Contralor aseguró que una vez se tenga cubierta la producción alimentaria, habrá que invertir en casi 20,000 hectáreas nuevas para poder suplir la necesidad que requerirá la generación del etanol. Destacó que las inversiones que se consagrarán en equipamientos, hectáreas nuevas y equipo superarán los 400 millones de dólares y generarán más de 20,000 empleos.
Flores salió al paso de aquellos que "buscan actos de corrupción debajo de las piedras en el gobierno de José Raúl Mulino", y aseguró que "aquí no hay escándalo de corrupción, pero entonces lo buscan debajo de las de las piedras porque algo tienen que decir".
"Queremos que se le compre a ese esfuerzo antes de importar. Una vez que se cubra la compra nacional de los productos, como sucede en arroz, maíz y otros rubros, entonces el que quiera importar que importe. Es un mercado totalmente abierto, obviamente cumpliendo con lo que acabamos de mencionar", sentenció Flores.
