El centro-sur de Sudán ha sido escenario de nuevos ataques violentos que han dejado al menos 16 personas muertas, entre ellas mujeres, ancianos y niños. Según informes de una ONG sudanesa, el bombardeo fue perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar, y sus aliados del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N).
El ataque tuvo lugar en la ciudad de Dilling, la segunda más grande del estado de Kordofán Sur, durante las últimas 48 horas, aunque la fecha exacta no fue precisada. La Red de Médicos de Sudán condenó enérgicamente el "ataque deliberado" contra zonas residenciales, calificándolo como una "flagrante violación del derecho internacional humanitario" que "intensifica el sufrimiento de la población civil".
Actualmente, las FAR controlan las zonas norte y este que rodean a Dilling, mientras que las fuerzas del SPLM-N, aliadas de los paramilitares, están presentes en los lados oeste y sur. Los ataques en la región de Kordofán se han intensificado en los últimos meses, en medio de la guerra que azota a Sudán y que ha provocado la muerte de decenas de miles de personas.
La Red de Médicos de Sudán instó a la comunidad internacional a presionar a los líderes de las FAR y el SPLM-N para que cesen de inmediato los ataques contra la población civil y la infraestructura, y que faciliten la entrega de ayuda humanitaria a los afectados. Además, exigió que se garantice la protección del personal médico que atiende a las víctimas de estos conflictos.
La guerra en Sudán ha dejado una devastadora crisis humanitaria, con más de 13 millones de desplazados internos y externos, y una inseguridad alimentaria aguda que afecta a más de la mitad de la población, según datos de la ONU. Estos nuevos ataques contra civiles en Kordofán Sur son un reflejo de la grave situación que vive el país africano.
