El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, reaccionó al informe de la Contraloría sobre el polémico contrato de los radares de la Empresa Municipal de Movilidad (EMOV), que encontró varias irregularidades. Zamora asegura que la decisión de dar por terminado el contrato, que se realizó durante su administración, fue para "evitar la metida de mano al bolsillo de la gente" y defiende las razones por las que tomó esa medida, a la que califica como "dar de baja un contrato trucho".
La Contraloría examinó la ejecución, terminación y liquidación del contrato, firmado en la administración del exalcalde Pedro Palacios, y determinó indicios de responsabilidad penal, así como sanciones administrativas y civiles por más de $5,5 millones.
Según el informe, la terminación del contrato por mutuo acuerdo, que se dio en 2023 durante la Alcaldía de Zamora, no tuvo el sustento adecuado, lo que ocasionó un perjuicio a la EMOV por los montos no recuperados, que ascendieron a casi $4,9 millones. Además, se señalan deficiencias en la transferencia de información y en los registros de las infracciones de tránsito.
Pese a estas observaciones, Zamora asegura que el informe le da la razón cuando denunció el proceso siendo concejal, y defiende que su decisión de dar por terminado el contrato fue "en favor de los bolsillos de la gente" y ante un acuerdo "ilegalmente firmado".
Por su parte, el exalcalde Palacios refutó las declaraciones de Zamora y aseguró que el contrato no tenía "nada extraño" y que la terminación por mutuo acuerdo "tiene vicios" y no se sustenta la viabilidad o el beneficio para la administración.
La Contraloría también señala que el uso ineficiente de los radares, que siguen instalados pero sin multar, afectó negativamente la seguridad vial en la ciudad.











