El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, anunció la eliminación de la subvención a los hidrocarburos mediante un decreto de emergencia económica que entrará en vigencia en las próximas horas. Esta medida fijará nuevos precios para los combustibles, los cuales se mantendrán vigentes por un periodo inicial de seis meses.
Según el decreto, la gasolina especial costará Bs 6,96; la gasolina premium, Bs 11 y el diésel, Bs 9,80. Para compensar el impacto en la población, el gobierno también anunció un incremento del salario mínimo a Bs 3.300, un aumento de la Renta Dignidad a Bs 500 y del Bono Juancito Pinto a Bs 300.
Durante su discurso, el presidente Paz defendió la decisión, señalando que el objetivo central es garantizar el abastecimiento y dar certidumbre a la economía. "Tomamos una decisión central: proteger el bolsillo del pueblo y dar certidumbre en la energía y los combustibles, con precios claros y abastecimiento garantizado", afirmó.
Paz explicó que la eliminación de subsidios responde a distorsiones heredadas en el pasado y que los recursos adicionales generados se distribuirán de manera equitativa, con el 50% para el gobierno nacional y el otro 50% para los gobiernos subnacionales. "Esto garantiza que el esfuerzo de todos se traduzca en mejores servicios para la población", aseguró.
Además, el mandatario anunció otras medidas complementarias, como la creación de un Programa de Protección y Equidad que entregará hasta Bs 600 en 2026 a padres y madres sin aportes contributivos, y la evaluación de la inflación real junto a trabajadores y empresarios a finales del próximo año para ajustar el salario mínimo.
El presidente enfatizó en la compleja situación económica que atraviesa el país y justificó la declaratoria de emergencia económica y financiera como una medida de "salvataje". Finalmente, anticipó reformas estructurales para reactivar la economía, como la promoción de inversiones con seguridad jurídica y la aplicación del silencio administrativo positivo para reducir la burocracia.
