La próxima elección presidencial peruana en 2026 se perfila como un verdadero desafío logístico y democrático, según advierten expertos. La cédula electoral contará con nada menos que 175 candidatos, una situación que podría generar un "caos" en las urnas.
El origen de este escenario se remonta a decisiones políticas tomadas en los últimos años. Durante el gobierno de Martín Vizcarra, se eliminaron varias de las exigencias previas para la creación de partidos políticos, facilitando la proliferación de agrupaciones. Hoy, el Congreso peruano aprobó esta polémica cédula electoral con 175 opciones, lo que según analistas tiene como objetivo "trabar y deslegitimar" los resultados de los comicios.
"¿Cuánto demorará leer, identificar y registrar el voto entre 175 opciones?", se preguntan los expertos, advirtiendo que la capacidad de los locales de votación y los tiempos de inicio y cierre serán totalmente diferentes para cada elector, dependiendo de su "grado de comprensión".
Más allá de las dificultades prácticas, esta fragmentación política también genera incertidumbre sobre el conocimiento real que tendrán los votantes acerca de los candidatos. "Nadie sabe con certeza por quién votar, pues no se tiene conocimiento claro de quiénes son en realidad todos los postulantes", señalan.
En este contexto, los analistas vaticinan un escenario de "descontrol y caos" el día de las elecciones, con un alto riesgo de impugnaciones y dificultades para resolver los diferendos. Algunos incluso se preguntan si el voto en blanco podría ser la "solución para muchos electores".
Frente a este panorama, algunos han puesto sus esperanzas en la figura de Rafael López Aliaga, un candidato conocido por su "capacidad profesional, trato internacional, carácter, toma de decisiones y voluntad de hacer cambios". Sin embargo, advierten que incluso este aspirante enfrenta "detractores mediáticos" que intentan "desacreditar" su gestión.
En definitiva, los expertos coinciden en que la cédula electoral con 175 candidatos representa un "descalabro" que pone en riesgo la legitimidad de los próximos comicios presidenciales en Perú. Una situación que, de no resolverse, podría derivar en un escenario de "descontrol y caos" el día de las elecciones.
