Las autoridades de China han mostrado su firme apoyo al Gobierno venezolano tras el "bloqueo completo" anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, a los barcos que entran y salen de Venezuela. Pekín ha calificado esta medida de "intimidación unilateral" y ha expresado su oposición a toda forma de presión sobre otros países.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Guo Jiakun, indicó durante una rueda de prensa que el gigante asiático respalda la solicitud de Caracas para convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU y abordar la creciente presencia militar estadounidense en aguas del Caribe y el Pacífico.
"China se opone a toda forma de intimidación unilateral y apoya a los países en la salvaguardia de su soberanía y dignidad nacional", afirmó Guo. Asimismo, subrayó que Venezuela "tiene derecho a desarrollar de forma independiente una cooperación mutuamente beneficiosa con otros países", y que China "cree que la comunidad internacional comprende y apoya la postura de Venezuela en la defensa de sus legítimos derechos e intereses".
Estas declaraciones se producen en un momento de tensión creciente entre Venezuela y Estados Unidos. Tan solo horas antes, el Ejército estadounidense había matado a otras cuatro personas en un nuevo ataque contra embarcaciones en el Pacífico. Estos ataques, que están sufriendo un repunte y dejan ya unas 90 víctimas mortales, buscan ejercer presión sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y se escudan en la supuesta lucha de Washington contra el narcotráfico, también en el mar Caribe.
La posición de China, uno de los principales aliados de Venezuela, supone un importante respaldo diplomático y político para el Gobierno de Maduro en su enfrentamiento con Estados Unidos. Pekín ha reiterado su rechazo a la "intimidación unilateral" y ha defendido el derecho de Venezuela a desarrollar relaciones con otros países sin injerencias externas.
Esta crisis entre Venezuela y Estados Unidos se enmarca en un contexto de creciente tensión geopolítica entre las dos mayores economías del mundo, China y Estados Unidos, que compiten por la influencia en diversas regiones, incluida América Latina. La defensa de la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de otros países se ha convertido en un principio fundamental de la política exterior china, en contraste con el activismo y la presión ejercida por Washington en diferentes escenarios.












