La Confederación General del Trabajo (CGT), la central obrera más poderosa de Argentina, realizará este jueves una gran movilización hacia la Plaza de Mayo en rechazo a la reforma laboral impulsada por el presidente Javier Milei. Esta será la cuarta protesta de la CGT desde que Milei asumió la Presidencia, en un claro desafío al Gobierno y su proyecto de flexibilizar el mercado de trabajo.
La concentración, que contará con la participación de las dos CTA (Central de Trabajadores de la Argentina), movimientos sociales, La Cámpora y agrupaciones de izquierda, busca ser una demostración de fuerza para bloquear la reforma en el Congreso. Además, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Federación de Aceiteros realizarán un paro de 24 horas en apoyo al reclamo de la CGT.
Si bien el Gobierno hizo algunas concesiones a la central obrera al eliminar varios artículos del proyecto original, la CGT mantiene su rechazo porque considera que la reforma sigue siendo "regresiva" e "inconstitucional". Los principales puntos de conflicto son la regulación del derecho de huelga, la prelación de los convenios por empresa y restricciones a la ultraactividad de los convenios colectivos.
Los líderes de la CGT, Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Arg ello, ya expusieron su posición ante la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, presidida por Patricia Bullrich, calificando al proyecto oficial como "regresivo" y "inconstitucional".
Además de la reforma laboral, la CGT también protestará contra el "desfinanciamiento" propuesto en el Presupuesto 2026, que eliminaría garantías legales de inversión en educación, ciencia y tecnología. Según la central obrera, esto "sólo puede resultar en la destrucción del sistema educativo".
A pesar de la tensión, los vínculos entre el Gobierno y la CGT no se han roto por completo, y se mantienen algunos canales informales de diálogo a través del asesor presidencial Santiago Caputo y los Menem (Martín y Lule). Sin embargo, el ala dura de la Casa Rosada, encabezada por el ministro Federico Sturzenegger y la senadora Patricia Bullrich, apunta a una reforma laboral que debilite el poder sindical.
Las próximas semanas serán decisivas para determinar quién se impondrá en este choque de poderes: si el Gobierno logra aprobar su reforma laboral en el Congreso o si la CGT consigue frenarla mediante su plan de resistencia.












