El fin de año en Tucumán se caracteriza por un aumento en la actividad comercial y movimiento en las calles, producto del cobro del Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo. Sin embargo, no todos los trabajadores pueden contar con este ingreso extra, ya que la informalidad laboral alcanza a más de la mitad de los tucumanos.
Según un sondeo realizado por LA GACETA en el microcentro de la capital provincial, el destino principal del aguinaldo sigue siendo la cancelación de deudas. Julieta, encargada de un local de accesorios para celulares, afirma que "todo va para cancelar parte de lo que debo, porque eso es lo peor. No llego a pagar todo siquiera". Por el contrario, Santiago, encargado de una reconocida tienda de ropa, asegura que podrá saldar todas sus deudas y "empezar a estar más tranquilo" una vez que cobre el aguinaldo.
Otro grupo opta por ahorrar o invertir el dinero extra. Lautaro, un policía de 23 años, planea destinar su aguinaldo al mercado financiero: "Voy a invertir en acciones. Me gusta y sé del tema, y además me va a servir para el futuro". En la misma línea, Facundo, estudiante de Abogacía, considera que "en un país con una economía bimonetaria, comprar dólares es lo más seguro. Es lo que más confianza me genera".
También hay quienes canalizan el ingreso extra en proyectos personales. Fernando, por ejemplo, lo usará para avanzar con la construcción de su vivienda: "Voy a comprar materiales para terminar parte de mi casa. Lo veo como una inversión más que como un gasto".
El aguinaldo también habilita pequeños gustos postergados. Alfredo, inspector de tránsito de 40 años, lo destinará a renovar su vestimenta para las fiestas: "Hace mucho que no me compro nada y me quiero dar el gusto". En el extremo opuesto, Maia Leiva, de 23 años, planea viajar con su pareja: "Lo teníamos pendiente hace mucho. A veces hay que despejar la mente".
En un contexto de alta inflación y salarios reales aún sin recomponerse, el cobro del aguinaldo se convierte en un respaldo económico clave para los trabajadores registrados y los jubilados. Sin embargo, la informalidad laboral en Tucumán, que alcanza a más de la mitad de los trabajadores, deja a un importante sector de la población sin este ingreso extra.
