La crisis económica que atraviesa Argentina ha alcanzado un nuevo nivel preocupante, con informes de que muchas familias se están quedando sin poder poner la cena en la mesa. Según datos recientes, la inflación en el país alcanzó casi el 100% interanual, lo que ha generado una escasez generalizada de alimentos básicos.
La situación es especialmente grave en los sectores más vulnerables de la población, donde muchos padres se ven obligados a saltarse comidas o conformarse con platos muy básicos para poder alimentar a sus hijos. Organizaciones sociales y comedores comunitarios han reportado un aumento dramático en la demanda de asistencia alimentaria en las últimas semanas.
"Cada vez son más las familias que llegan desesperadas porque no tienen qué poner en la mesa para la cena", explica Juana, voluntaria en un comedor de la periferia de Buenos Aires. "Muchos nos cuentan que tuvieron que elegir entre comprar comida o pagar otras cuentas prioritarias. Es una situación realmente angustiante".
Las autoridades han reconocido la gravedad del problema y han anunciado medidas de emergencia, como la ampliación de programas de asistencia alimentaria y subsidios para productores. Sin embargo, los expertos advierten que se necesitarán esfuerzos a largo plazo para abordar las raíces estructurales de la crisis económica argentina.
Mientras tanto, miles de argentinos continúan luchando día a día para poder alimentar a sus familias. Organizaciones de la sociedad civil y redes de solidaridad han redoblado sus esfuerzos para brindar apoyo a quienes más lo necesitan. Pero está claro que se requiere una respuesta integral y sostenida por parte del gobierno para evitar que más hogares se queden sin cena.












