La crisis política en Honduras se agudiza a medida que el Consejo Nacional Electoral (CNE) retrasa el inicio del escrutinio especial de las elecciones generales del 30 de noviembre. La presidenta Xiomara Castro y otros candidatos han exigido un recuento "voto por voto", lo que ha generado movilizaciones de simpatizantes y llamados a resguardar el material electoral.
A 17 días de los comicios, Honduras aún no ha iniciado el proceso de revisión de las 2.792 actas con inconsistencias, en medio de una creciente tensión política y social. La mandataria Castro convocó a centenares de militantes de su partido Libre para que se manifiesten pacíficamente y defendan la "democracia", mientras que la presidenta del CNE, Ana Paola Hall, hizo un llamado a las Fuerzas Armadas y la Policía para que resguarden el material electoral ante las movilizaciones.
El candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, también ha solicitado un recuento "voto por voto" de todas las actas, alegando irregularidades en el escrutinio. Mientras tanto, los resultados preliminares del CNE siguen encabezados por el candidato del Partido Nacional, Nasry 'Tito' Asfura, con el 40,54% de los votos, seguido por Nasralla con el 39,19%.
La candidata de Libre, Rixi Moncada, ha reiterado su llamado a anular lo que calificó como las "elecciones más tramposas de la historia" de Honduras. Ante la creciente tensión, Estados Unidos exigió que se inicie de inmediato el escrutinio especial y advirtió que "cualquier llamado a perturbar el orden público o la labor del CNE tendrá consecuencias".
La crisis electoral en Honduras se profundiza a medida que las fuerzas políticas se enfrentan por el control del proceso, mientras la población espera con incertidumbre la resolución de un proceso electoral que aún no ha concluido.












