El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, anunció este miércoles un paquete de medidas económicas de emergencia para hacer frente a la crítica situación del país. En un discurso respaldado por su gabinete de ministros, Paz declaró que "Bolivia está enferma" y que tiene el deber de adoptar decisiones firmes.
Entre las principales medidas, el mandatario informó que a partir del 2 de enero el salario mínimo vital se incrementará en un 20%, pasando de 280 a 330 bolivianos. Además, la Renta Dignidad y otros bonos sociales también tendrán un aumento.
Paz también anunció la eliminación del subsidio a los combustibles, lo que se traducirá en un alza de los precios. El litro de gasolina subirá a 6,96 bolivianos, el diésel a 9,81 y la gasolina premium a 11 bolivianos. Sin embargo, el precio del gas licuado de petróleo se mantendrá en 22,50 bolivianos.
"No es una decisión más, es una decisión histórica de salvataje de la Patria para una Bolivia con futuro", declaró el presidente Paz al anunciar estas medidas.
Otras acciones incluyen la repatriación de capitales con 0% de impuestos, la simplificación de impuestos para la compra de maquinaria, la liberalización de las exportaciones y la facilitación de las importaciones de diésel.
Paz también anunció la creación de un "Programa Extraordinario de Protección y Equidad" destinado a padres, madres y tutores sin aportes contributivos, en un intento por mitigar el impacto de las medidas en los sectores más vulnerables.
El mandatario boliviano calificó este paquete económico como una "decisión histórica" para salvar a la patria y construir un futuro mejor para el país. Sin embargo, estas medidas drásticas enfrentarán sin duda una fuerte oposición y movilizaciones sociales en las próximas semanas.
