El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó que la economía de su país cerrará 2025 con un crecimiento "arriba del 4 %", superando en 1,4 puntos la cifra de 2024. Esta proyección es significativamente más optimista que las estimaciones del Banco Mundial, el FMI y el Banco Central de Reserva de El Salvador, que prevén un crecimiento de entre 2,5% y 3% para ese año.
Bukele hizo el anuncio durante un evento de colocación de la primera piedra de una zona franca aeroportuaria en el aeropuerto de El Salvador, y destacó que a inicios de año las proyecciones eran de apenas 2,5 %. Sin embargo, el mandatario aseguró que el desempeño económico del país en los últimos meses ha sido mejor de lo esperado, lo que le permite ser más optimista sobre el cierre de 2025.
La población salvadoreña considera la situación económica como el principal problema del país, debido al desempleo y al alto costo de la vida, dejando atrás incluso la preocupación por la delincuencia, según encuestas recientes. En este contexto, el anuncio de Bukele representa un intento por mejorar la percepción sobre el rumbo de la economía nacional.
No obstante, algunos analistas han expresado escepticismo sobre la viabilidad de alcanzar un crecimiento tan elevado en 2025, teniendo en cuenta los desafíos estructurales que enfrenta la economía salvadoreña, como la deuda pública, la informalidad laboral y la dependencia de las remesas. Será fundamental que el gobierno de Bukele presente un plan detallado y creíble para lograr dicha meta.
En todo caso, el anuncio del presidente Bukele genera expectativas sobre el futuro económico de El Salvador y pone de relieve la importancia que el tema tiene para la población del país centroamericano.












