Sirlene Souza, propietaria de un pequeño sitio en Pinhal o, en el norte de Paraná, Brasil, se ha convertido en una de las productoras que elevan la calidad del café especial en esa región. Después de criar a sus hijos trabajando en el campo, Sirlene logró comprar su propia propiedad en los años 2000 y comenzó a especializarse en la producción de cafés de alta calidad.
En 2010, Sirlene se unió a un grupo de productores interesados en aprender técnicas para alcanzar estándares superiores de bebida. Este cambio transformó por completo los ingresos de su familia. "Hoy, todo lo que tenemos es gracias al café especial", afirma.
Recientemente, Sirlene ganó la edición 2025 del concurso promovido por la Cámara Sectorial del Café de Paraná, en la categoría "Cereza Descascarada". Este proceso requiere una maduración y secado precisos, algo que representa un gran desafío en la pequeña estructura de su propiedad, donde todo el trabajo es manual.
"Es agricultura familiar y todo es manual. No hay mucha maquinaria que ayude. Es pura dedicación. En época de cosecha, no hay domingos ni feriados. Es de lunes a lunes", cuenta Sirlene.
A pesar de las dificultades climáticas que enfrentó ese año, con exceso de sol, lluvia fuerte, granizo y heladas, Sirlene logró producir un café excepcional. "Con tanta dificultad, solo por la gracia de Dios pudimos conseguir este café especial que se destacó", afirma.
La fuerza femenina también es clave en el día a día de la producción. Las mujeres del café se organizan en grupos de trabajo voluntario durante la cosecha, cuando la rapidez es fundamental. "Si perdemos ese momento, se acabó. Entonces nos ayudamos unas a otras. Hoy cosechamos en mi granja, mañana vamos a la de la vecina. Es unión. Eso hace una gran diferencia para lograr cafés excepcionales", explica Sirlene.
Su trayectoria en el campo fue construida paso a paso, siempre junto a su familia. Después de trabajar como medieros, lograron financiar un pequeño terreno a través del Banco de la Tierra, un programa del gobierno federal. Allí, dividieron la propiedad, antes destinada a la ganadería, y comenzaron a cultivar café.
Al hablar del futuro, Sirlene hace una invitación a quienes ven el café solo desde afuera: "Quien quiera entrar en este mundo, venga. El café es apasionante. Las dificultades existen en cualquier cosa, pero cuando comienzas a trabajar con café especial, ya no puedes separarte de él".
