En las últimas horas, diversas localidades de Uruguay han sido testigo de una "invasión" de insectos, principalmente chinches de agua y libélulas, que han aparecido en grandes cantidades como reacción al cambio climático.
Según explicó el meteorólogo José Serra a Montevideo Portal, este fenómeno se debe a las dinámicas naturales del ecosistema. Las lluvias han creado nuevos cuerpos de agua y el calor ha aumentado la actividad de los belostomátidos (chinches de agua), lo que ha ocasionado desplazamientos y vuelos en grandes grupos en busca de colonizar esos nuevos espacios.
El reptilario y centro de rescate Alternatus Uruguay aclaró que esta no es realmente una "invasión", sino un evento natural. La ciudad no está separada de la naturaleza, sino que es otro ecosistema, y la iluminación artificial atrae a estos insectos, haciéndolos más visibles y provocando que permanezcan durante varias horas, desorientados.
Lejos de ser un problema, estos insectos tienen beneficios para la fauna. Cumplen funciones importantes como controladores biológicos de otros animales, como peces, anfibios, reptiles y otros insectos. Además, tanto las chinches de agua como las libélulas son depredadoras de las larvas de Aedes aegypti, el mosquito del dengue.
"Convivir también es comprender estos eventos naturales: entenderlos es el primer paso para proteger efectivamente el ambiente", concluyó Alternatus Uruguay.
Los expertos destacan que este fenómeno es una manifestación de los cambios climáticos que están afectando al país. Comprender y aceptar estos eventos naturales es clave para preservar el delicado equilibrio de los ecosistemas.
