Honduras se encuentra en una situación de incertidumbre política debido a los retrasos en la publicación de los resultados de las elecciones generales del pasado 30 de noviembre. A pesar de que los observadores electorales nacionales e internacionales calificaron la jornada como pacífica y masiva, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha anunciado al nuevo presidente electo y otras autoridades, lo que ha generado tensiones y acusaciones de fraude.
El escrutinio especial para el conteo de los votos de al menos 2.792 actas electorales con inconsistencias se ha visto obstaculizado por diversos problemas, como la falta de representantes de algunos partidos en las mesas de verificación y procesos tecnológicos pendientes. Además, los consejeros del CNE han denunciado hostigamiento, presiones y amenazas de sectores políticos.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha denunciado un presunto intento de golpe contra su gobierno, mientras que el partido gobernante, Libertad y Refundación (Libre), ha convocado a manifestaciones pacíficas para exigir un "conteo voto por voto" y alega que hubo "fraude" electoral contra su candidata, Rixi Moncada.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, ha asegurado que "aquí no va a haber ningún golpe" y que los militares garantizarán la estabilidad del gobierno hasta el 27 de enero de 2026.
Según los resultados preliminares del CNE, Nasry 'Tito' Asfura, del Partido Nacional, encabeza la votación con el 40,54% de los sufragios, seguido por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 39,19%, mientras que Rixi Moncada, de Libre, se ubica en tercer lugar con el 19,29%.
El escrutinio especial se realizará en dos turnos de 12 horas cada uno, y se espera que el proceso pueda llevar de cuatro a cinco días. Mientras tanto, la incertidumbre y la tensión política se mantienen en Honduras, a la espera de que el CNE anuncie los resultados oficiales dentro de las próximas dos semanas.










