La Asamblea Legislativa de Costa Rica ha desmentido al presidente Rodrigo Chaves, asegurando que el mandatario sí conocía desde la semana pasada el protocolo de votación para el levantamiento de su inmunidad, a pesar de que Chaves alegó lo contrario.
El Congreso presentó pruebas que contradicen la versión del presidente, quien afirmó que la Asamblea no había comunicado adecuadamente las reglas y condiciones de la sesión de este martes 16 de diciembre. Sin embargo, las autoridades legislativas compartieron con los medios de comunicación los oficios enviados a Zapote, en los que se detallaba el procedimiento a seguir.
Entre estos documentos, destaca uno en el que se le otorgaban 30 minutos de palabra a Chaves previo a la votación, así como un cronograma detallado sobre el desarrollo de la sesión. Además, se le envió otro documento en el que se explicaba cómo se iba a realizar la sesión. Incluso, la Asamblea confirmó que el propio despacho del presidente dio acuse de recibo de estos documentos un día después de haberlos recibido.
El mandatario también alegó que no asistiría al plenario para evitar una situación similar a la ocurrida el pasado 14 de noviembre, cuando las diputadas Alejandra Larios y Rocío Alfaro limitaron severamente el tiempo de defensa para el abogado del presidente a solo 10 minutos, a pesar de que se había acordado que tendría 50 minutos. En esa ocasión, Chaves se levantó de la silla y abandonó la sala antes de que los diputados pudieran hacerle preguntas.
Además, el presidente hizo referencia a un video que circuló el lunes, en el que, supuestamente, la presidenta interina del Congreso, Vanessa Castro, sugiere una maniobra para romper el cuórum, con el fin de impedir la votación ante la probabilidad de que no tengan suficientes votos para lograrlo.
La Asamblea Legislativa ha rechazado firmemente la versión del presidente y ha presentado pruebas que demuestran que Chaves sí conocía el protocolo de votación para el levantamiento de su inmunidad. Esta situación se produce en un momento de tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo, y pone en evidencia la falta de entendimiento entre ambas instituciones.











