La Policía Nacional de Honduras utilizó cañones de agua para desalojar a un grupo de manifestantes del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) que protestaban frente al centro de resguardo del material electoral en Tegucigalpa, la capital del país, la noche del lunes 15 de diciembre de 2025.
Las protestas se dieron en el contexto de las elecciones generales celebradas en Honduras el 30 de noviembre de ese año. Según la información disponible, los manifestantes se encontraban frente al lugar donde se custodiaba el material electoral, probablemente exigiendo transparencia y denunciando irregularidades en el proceso.
La reacción de la Policía hondureña, al utilizar cañones de agua para dispersar a los manifestantes, ha sido criticada por diversos sectores que ven en esta medida un uso excesivo de la fuerza y una vulneración del derecho a la protesta pacífica.
Honduras ha sido escenario de tensiones políticas y sociales en los últimos años, especialmente en torno a los procesos electorales. Las elecciones de 2025 no fueron la excepción, con denuncias de irregularidades y cuestionamientos al proceso por parte de la oposición y de observadores internacionales.
La decisión de la Policía de utilizar cañones de agua para dispersar a los manifestantes ha sido interpretada por algunos analistas como un intento de las autoridades por acallar las voces críticas y evitar que se visibilicen las denuncias sobre el proceso electoral.
Es importante destacar que el uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad en contextos de protesta social suele ser un tema controversial y delicado, que requiere de un equilibrio entre el derecho a la manifestación pacífica y la necesidad de mantener el orden público.
En este sentido, las acciones de la Policía hondureña en este caso serán objeto de escrutinio y debate público, en un momento en el que la confianza en las instituciones y en la integridad de los procesos electorales en el país se encuentra seriamente cuestionada.











