Las redadas migratorias llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses están teniendo un impacto devastador en los negocios de restaurantes, especialmente aquellos con una alta presencia de trabajadores inmigrantes. Un emblemático restaurante mexicano en el sur de Arizona, Taco Giro, se ha visto obligado a cerrar siete de sus diez establecimientos después de que 46 de sus empleados fueran arrestados en una redada sorpresiva de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
César Rodríguez, director de operaciones de Taco Giro, explicó que la pérdida repentina del 10% de su fuerza laboral los dejó sin opción más que cerrar varios de sus locales. Además, los agentes de ICE también se llevaron documentos relacionados con la contratación de trabajadores, lo que ha generado elevados gastos legales para la empresa.
La situación no es única de Taco Giro. Marco Antonio López, propietario de Beef Master Meat Market en Tucson, también sufrió las consecuencias de una redada de ICE en marzo de 2021. Aunque nadie fue arrestado, al día siguiente la mayoría de sus empleados no se presentaron a trabajar, obligando a su familia a ayudarlo para mantener el negocio a flote.
Según un informe del Los Angeles Economic Equity Accelerator and Fellowship (LEAAF), el 43% de los empresarios hispanos en las zonas más afectadas por las redadas migratorias en Los Ángeles reportaron pérdidas de ingresos del 50% o más. Esta cifra sube al 68% entre aquellos que no dominan el inglés.
La alcaldesa de Tucson, Regina Romero, criticó duramente estas acciones, afirmando que "las redadas federales intencionadas, disruptivas y violentas no hacen que nuestra comunidad sea más segura, ni reducen los precios para los habitantes de Tucson". Romero señaló que estos operativos causan "serios daños colaterales a las pequeñas empresas e interfieren con la actividad comercial legal".
Los empresarios afectados coinciden en que el impacto de las redadas va más allá de las detenciones, pues ahuyenta a los empleados de toda la vida, independientemente de su estatus migratorio, y genera elevados costos legales y de contratación de nuevo personal. Muchos temen que sus negocios no puedan sobrevivir a estas consecuencias.
