El Centro de Dispersión y Eclosión de moscas estériles del Gusano Barrenador del Ganado (GBG) que operó en Palmerola, Honduras, ha sido cerrado y trasladado a México debido a la propagación de la enfermedad.
El problema del gusano barrenador no es exclusivo de Honduras, sino que abarca a países de Centroamérica, México e incluso se han reportado casos en Estados Unidos. Por esta razón, las medidas adoptadas para combatir esta plaga se están coordinando a nivel regional.
Ante el avance de la enfermedad, se decidió trasladar el Centro de Dispersión de moscas esterilizadas a México, con el objetivo de evitar que la plaga alcance el territorio de Estados Unidos, que tiene cerrada la frontera sur para el paso de ganado.
El proyecto cuenta con el apoyo del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La responsable de la propagación de la enfermedad es la mosca Cochliomyia Hominivorax, de aspecto metálico, verdoso-azulado, con rayas negras en el dorso, muy parecidas a las moscas domésticas. Esta mosca es capaz de detectar heridas en animales y humanos a corta y larga distancia, y puede depositar entre 300 a 500 huevecillos que rápidamente se convierten en gusanos, provocando la miasis, una enfermedad que puede causar la muerte si no se trata a tiempo.
Anteriormente, Honduras recibía más de 80 millones de moscas estériles por semana, procedentes del complejo de Pacora, Panamá, única planta productora de moscas estériles en el mundo. Estas moscas eran dispersadas en avión en los departamentos más afectados del país, así como en Nicaragua y Guatemala.
Sin embargo, a medida que la enfermedad se propagó a Guatemala y México, el costo de volar los aviones desde Honduras hasta esos países resultó demasiado alto, por lo que se decidió trasladar el Centro de Dispersión y Eclosión de moscas estériles a México.
Según las autoridades, en los años 90 había dos plantas productoras de moscas estériles en la región: una en Panamá, que producía 100 millones de moscas a la semana, y otra en Tuxtla, México, que producía 500 millones de moscas estériles a la semana. Actualmente, solo se cuenta con la planta de Panamá, por lo que la producción solo alcanza para abastecer a México.
Las autoridades han establecido fuertes controles en el tránsito de ganado en toda la región, y esperan poder controlar y erradicar la enfermedad en México, para luego seguir en Guatemala y El Salvador, y posteriormente atacar el problema en Honduras, Nicaragua y Costa Rica, hasta llegar a Panamá, donde la enfermedad es endémica.
