El resultado del voto nulo y blanco en la segunda vuelta presidencial en Chile abrió un debate al interior del Partido de la Gente (PDG). Si bien desde la colectividad aseguraron que este resultado no afecta el capital político de su líder, Franco Parisi, especialistas discrepan y consideran que fue un revés para el excandidato.
Los sufragios nulos alcanzaron el 5,84% y los blancos el 1,23%, sumando cerca del 7% del total de votos. Esta cifra quedó por debajo de lo que algunos proyectaban, demostrando que una parte importante del electorado que apoyó a Parisi en primera vuelta no siguió la recomendación del PDG de votar nulo.
Desde el partido, el presidente Rodrigo Vattuone explicó que nunca hubo una campaña formal por el voto nulo, sino solo una consulta digital interna. Además, recalcaron que los votos no tienen dueño y que este resultado debe leerse como la expresión de un electorado que no se siente representado.
Sin embargo, el analista y académico Roberto Munita calificó las cifras como un golpe para Parisi, señalando que el llamado no logró movilizar ni a la mitad de su votación de primera vuelta. Esto, según Munita, debilita el capital político del excandidato y deja en evidencia el desafío que enfrenta el PDG para consolidarse como una fuerza con mayor disciplina electoral.
A pesar de esto, el propio Parisi felicitó al presidente electo, José Antonio Kast, y afirmó que el PDG será un aliado para las buenas ideas, pero un enemigo en las veces que quiera perjudicar a la clase media.
