La Policía Nacional de Honduras llevó a cabo un operativo de desalojo contra los simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) que mantenían una protesta en el bulevar Fuerzas Armadas de la capital Tegucigalpa.
Los manifestantes de Libre habían bloqueado los dos carriles de dicho bulevar, colocando conos y quemando llantas, interrumpiendo el paso vehicular en ambas vías. En otro extremo de la zona, simpatizantes del Partido Liberal de Honduras también intentaron protestar, pero desistieron rápidamente ante la presencia policial y militar.
Sin embargo, los simpatizantes de Libre intentaron enfrentar a la Policía, lo que desencadenó un violento enfrentamiento en la zona. Finalmente, las fuerzas del orden lograron desalojar a los manifestantes, dejando una estela de destrucción, ya que los manifestantes quemaron llantas y destruyeron el campamento que mantenía en la zona el alcalde Jorge Aldana, a quien mostraban su apoyo.
El desalojo se produjo la noche del lunes, restableciendo el paso vehicular en el bulevar Fuerzas Armadas de Tegucigalpa. Según testigos, el enfrentamiento entre la Policía y los simpatizantes de Libre fue intenso, con algunos heridos y detenidos, aunque no se han reportado cifras oficiales.
Este incidente se enmarca en un contexto de creciente tensión política en Honduras, donde el gobierno del presidente Xiomara Castro enfrenta protestas y cuestionamientos de la oposición. Los seguidores del partido Libre, liderado por Zelaya, han sido protagonistas de varias movilizaciones en los últimos meses, exigiendo cambios en el país.
La situación en Tegucigalpa evidencia la polarización política que vive Honduras y los desafíos que enfrenta el gobierno de Castro para mantener el orden público y el diálogo con todos los sectores. Expertos advierten que este tipo de incidentes podrían intensificarse en los próximos meses, a medida que se acercan nuevos procesos electorores en el país.











