El Gobierno de Chile ha emitido una enérgica protesta por las declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, sobre el presidente electo José Antonio Kast. Petro calificó a Kast como "hijo de nazi" y afirmó que "jamás le dará la mano", lo que el Ejecutivo chileno consideró una "falta de respeto" y una "intromisión impropia en asuntos de política interna".
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, entregó una nota de protesta al embajador colombiano en el país, Sebastián Guanumen, para manifestar la "molestia" del Gobierno por los dichos de Petro. Van Klaveren señaló que los comentarios del mandatario colombiano "no solo denostan al presidente electo, sino a la decisión soberana del pueblo de Chile y a la solidez democrática de nuestras instituciones".
Las declaraciones de Petro se produjeron después de que celebrara la victoria de Kast en Chile, a quien calificó de "nazi" y "hijo de Hitler". Además, advirtió que "por el sur y por el norte vienen los vientos de la muerte", en referencia a la situación política en la región.
Kast, abiertamente declarado seguidor del exdictador Augusto Pinochet, se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales chilenas con un 58% de los votos, derrotando a la candidata de izquierda Jeannette Jara.
El Gobierno de Chile, encabezado por el presidente Gabriel Boric, calificó los dichos de Petro como una "falta de respeto" y una "intromisión impropia" en los asuntos internos del país, defendiendo la "decisión soberana" de los chilenos y la "solidez democrática" de sus instituciones.
Esta protesta diplomática se produce en un momento de tensión política en la región, con el ascenso de líderes de derecha en países como Chile y Brasil, lo que ha generado preocupación en gobiernos de izquierda como el de Colombia.











