La guerra en Ucrania cumple este martes 1.389 días desde el inicio de la invasión de Rusia. En medio de los esfuerzos diplomáticos, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido que su país solicitará a Estados Unidos más sanciones y armas adicionales, incluyendo de largo alcance, si Moscú rechaza los esfuerzos por lograr una solución pacífica al conflicto.
Zelenski apoya la idea de un alto el fuego, particularmente para los ataques a la infraestructura energética, durante el período navideño. Sin embargo, ha dejado claro que Ucrania no está dispuesta a ceder el control de la región del Donbás, tal como exige Rusia.
"Nuestra posición es pragmática, realista y justa, y nos mantenemos en ella. No queremos entregar nuestro Donbás", ha declarado Zelenski a medios ucranianos. Según el mandatario, los estadounidenses han propuesto crear una zona económica libre en los territorios del Donbás que Rusia no ha podido conquistar, pero Kiev no aceptará que queden bajo control ruso.
La reunión de líderes europeos celebrada este lunes en Berlín evaluó positivamente los "avances significativos" hacia la paz, pero insistió en la importancia de contar con una "fuerza multinacional" europea apoyada por EE.UU. para Ucrania en caso de un alto el fuego. El presidente francés, Emmanuel Macron, recalcó que "ahora le toca a Rusia elegir la paz".
Mientras tanto, la nueva jefa del Servicio de Inteligencia británico (MI6), Blaise Metreweli, ha advertido que Rusia está "prolongando las negociaciones sobre Ucrania mientras que busca intimidar a sus críticos" con diversas tácticas. La inteligencia británica considera a Moscú una amenaza "agresiva, expansionista y revisionista" que aún pretende "subyugar a Ucrania y acosar a los miembros de la OTAN".
