La dirigente opositora venezolana María Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, logró llegar a Oslo, Noruega, luego de pasar 11 meses en la clandestinidad en su país. Tras denunciar un presunto fraude en las elecciones presidenciales de julio de 2024, Machado tuvo que escapar de Venezuela en una operación secreta que involucró transporte terrestre, marítimo y aéreo.
El secretario general del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, había desestimado las versiones sobre la salida del país de Machado, calificándolas como un intento de darle "carácter mítico" a su viaje. Sin embargo, el veterano de guerra estadounidense Bryan Stern, quien dirigió la operación de evacuación, relató que la huida de Machado duró entre 15 y 16 horas.
La dirigente opositora llegó a Oslo en la madrugada del jueves, después de viajar en secreto en barco a la isla caribeña de Curazao y desde allí volar a Noruega haciendo escala en Estados Unidos. Aunque no llegó a tiempo para la ceremonia de entrega del Nobel, Machado se sumó a una agenda de actividades relacionadas con el reconocimiento.
Según informes, Machado se fracturó una vértebra durante su complicado viaje para asistir a la ceremonia. A pesar de las dificultades, la líder opositora pudo recibir el Premio Nobel de la Paz 2025 en representación de la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
El gobierno venezolano, a través de Diosdado Cabello, intentó restar importancia a la salida de Machado del país, afirmando que "ya nadie habla de eso" y que "no es tema de conversación en ninguna parte". Sin embargo, la arriesgada huida de la dirigente opositora y su posterior recepción del Nobel de la Paz han puesto nuevamente en el centro de atención la crisis política y social que atraviesa Venezuela.
La entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado es un reconocimiento internacional a su incansable labor en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela, a pesar de las adversidades y la persecución que ha enfrentado en su país. Su llegada a Oslo, tras una peligrosa odisea, simboliza la determinación y el coraje de quienes se oponen al régimen de Nicolás Maduro y luchan por un futuro mejor para Venezuela.












