El académico de la Universidad de Tarapacá, Alejandro San Francisco, ha realizado un profundo análisis sobre la figura de José Antonio Kast, el candidato presidencial de la coalición de derecha Partido Republicano. Según el historiador, Kast no se enmarca dentro de la tradicional derecha chilena, sino que representa una nueva corriente que combina elementos liberales y conservadores.
San Francisco señala que Kast se define como un "liberal-conservador o conservador-liberal", una tendencia que tiene antecedentes en la derecha estadounidense, particularmente en el Partido Republicano. Esta combinación se traduce en una postura económica más liberal, con menos Estado e impuestos, pero también en la defensa de valores "conservadores" como la patria, la familia y el derecho a la vida del que está por nacer.
A diferencia del Partido Conservador chileno, de inspiración católica, la nueva derecha representada por Kast tiene una matriz cristiana más amplia, sin ser necesariamente confesional. "Tiene el sentido de impregnar la labor que se hace y el conjunto de personas con lo que Jaime Guzmán llamaba un ideal genuinamente cristiano", explica el académico.
Según San Francisco, la impronta católica de Kast le otorga un "sentido de misión" a su acción política, lo que se expresa tanto en los temas valóricos como en su concepción de la persona humana y la lucha contra la pobreza. Sin embargo, el historiador percibe un pragmatismo o "realismo" en Kast, quien habría aprendido que no basta con tener convicciones, sino que es necesario adaptarlas a la realidad cultural y política del país.
A diferencia de otros líderes de derecha de las últimas décadas, provenientes del mundo empresarial, Kast tiene una formación más humanista, habiendo estudiado derecho en los años 80 y estado vinculado a la FEUC, donde fue un importante dirigente gremialista. Esto, según San Francisco, le otorga una visión política menos orientada a lo estrictamente económico y más enfocada en temas como la seguridad y los valores.
El académico advierte que, si bien Kast no defenderá necesariamente los intereses de la "derecha económica", sí se alineará con la "ortodoxia económica", es decir, con los principios básicos del mercado, la libre fijación de precios y el cuidado de los equilibrios macroeconómicos. En este sentido, su gobierno no estaría al servicio de los grupos de poder, sino que buscaría aplicar medidas que, desde su perspectiva, beneficien al conjunto de la sociedad.











