El análisis de los resultados de la primera y segunda vuelta presidencial en Chile revela detalles clave sobre el traspaso de votos entre los diferentes candidatos. Tras quedar tercero en la primera ronda, el candidato del Partido de la Gente (PDG), Franco Parisi, logró un fuerte liderazgo en las regiones del norte del país, despertando el interés tanto de Jeannette Jara (PC) como de José Antonio Kast (Republicano), el eventual ganador.
Si bien Parisi había llamado a votar nulo o blanco, argumentando que ni Kast ni Jara representaban adecuadamente sus principios, lo cierto es que el electorado del norte del país se inclinó mayoritariamente por Kast en la segunda vuelta. Así, en regiones como Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, Kast logró importantes aumentos en su caudal de votos, pasando de alrededor del 20% en la primera vuelta a más del 50% en el balotaje.
Un análisis realizado por la empresa Unholster revela que, del total de votos obtenidos por Parisi en la primera ronda, aproximadamente el 55% habría terminado apoyando a Kast, mientras que solo el 33,9% habría ido hacia Jara. Esto se explicaría por el perfil de los votantes de Parisi, quienes según estudios, se encontraban más cercanos ideológicamente a Kast que a la candidata de izquierda.
Otro factor clave fue el apoyo explícito que entregaron a Kast otros candidatos como Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario (PNL), y Evelyn Matthei, de Chile Vamos. En el caso de Kaiser, el 95,4% de sus votos en la primera vuelta terminaron beneficiando a Kast en el balotaje. Mientras que Matthei, si bien contaba con una base electoral más diversa, logró que alrededor del 64% de sus votantes respaldaran finalmente al candidato republicano.
Estos movimientos de votos, sumados a la alta retención que logró Jara de su base electoral de primera vuelta, terminaron definiendo el resultado final de la segunda vuelta, donde Kast se impuso por un margen de poco más de 5 puntos porcentuales.











