Después de la fuerte realización observada recientemente, el mercado entró en una fase de acomodación, con señales mixtas entre retomada técnica y cautela. El Ibovespa volvió a subir y trata de reconstruir el movimiento alcista, mientras que el dólar ensaya una recuperación después de meses presionado. Por su parte, en Estados Unidos, el Nasdaq y el S&P 500 muestran mayor volatilidad, en medio de ajustes técnicos, y el Bitcoin sigue presionado por debajo de niveles psicológicos relevantes, exigiendo una atención redobrada del inversor a corto plazo.
En este contexto, se observa que los principales activos entran en puntos técnicos sensibles, en los cuales la definición de tendencia dependerá de la confirmación -o no- de los rompimientos de resistencias y soportes destacados en los gráficos diarios.
En el caso del Ibovespa (IBOV), el índice mantiene su tendencia alcista a corto plazo, después de buscar una retomada a lo largo de la última semana, movimiento que vino en secuencia de la fuerte realización anterior. El índice formó la tercera alza consecutiva en la última sesión y, en caso de que haya una entrada consistente de volumen comprador, puede volver a probar la región del máximo histórico en los 165.035 puntos. En la semana, el índice avanzó 0,99%, cerrando en 160.766 puntos, y sigue cómodamente por encima de la marca de los 150.000 puntos.
Técnicamente, el IFR (14) en 62,04 indica zona neutral, pero ya se acerca a niveles más estirados, lo que exige cautela. Para dar continuidad al movimiento alcista, se acompaña de cerca el rompimiento de la resistencia en 161.623 puntos y, principalmente, del máximo histórico en 165.035 puntos. Superada esa franja, los objetivos pasan a ser 165.170, 167.685, 170.000 y, en extensión, 171.750 puntos.
Por otro lado, en caso de perder el mínimo de la última sesión, el índice puede retomar un movimiento correctivo en dirección a los soportes en 159.189, 158.097, 157.000, 155.187, 153.570, 152.367, 147.575 y 143.391 puntos.
En el dólar futuro, se sigue observando una tendencia primaria a la baja, vigente desde finales de 2024, con renovación de mínimos a lo largo de 2025. En lo acumulado del año, el contrato registra una caída del 12,43%. En la última sesión, hubo un leve movimiento al alza, cerca de la estabilidad, que puede representar el inicio de una recuperación técnica, ya que el precio pasó a negociar por encima de las medias móviles.
El IFR (14) en 54,90 sigue en zona neutral. Para que el movimiento a la baja vuelva a ganar fuerza, será necesario el rompimiento de los soportes en 5.399/5.318,5 puntos, abriendo espacio para 5.284,5, 5.251,5 y 5.208 puntos.
Por otro lado, para una recuperación más consistente, el dólar necesita superar las resistencias en 5.443,5/5.522 puntos, con objetivos en 5.560, 5.669,5 y, en extensión, 5.783,5/5.889,5 puntos.
En cuanto al Bitcoin, la criptomoneda sigue en un movimiento a la baja a corto plazo, negociando por debajo de los US$ 100.000, después de renovar su máximo histórico en US$ 126.199 en el mes de octubre y, desde entonces, entrar en un flujo vendedor consistente. En diciembre, la criptomoneda retrocede más del 1%, mientras que en lo acumulado de 2025 acumula una caída superior al 4%.
Técnicamente, se observa un intento de recuperación, aún sin volumen suficiente para romper las medias móviles. La principal resistencia a corto plazo está en US$ 94.261/US$ 96.846, cuya superación podría dar un poco de aliento al activo, con objetivos en US$ 99.692, US$ 106.011 y US$ 111.592.
Por otro lado, la pérdida de las franjas de soporte en US$ 88.056, US$ 83.822 y US$ 80.734 puede profundizar el movimiento a la baja, apuntando a US$ 74.508, US$ 68.775, US$ 65.260 y US$ 58.946.












