Las agresivas políticas antiinmigrantes han sido una característica del primer año de Donald Trump de regreso a la Casa Blanca, pero a pesar de sus esfuerzos, la estrategia de deportaciones masivas ha fracasado. Según el autor, el gobierno de Trump no ha logrado cumplir con su promesa de deportar a un millón de inmigrantes indocumentados en su primer año, y es probable que termine deportando a menos personas que la administración de Joe Biden en 2024.
La administración Trump ha intentado avanzar en dos frentes: remover a tantos inmigrantes como sea posible y disuadir a nuevos inmigrantes de intentar entrar. Sin embargo, a pesar de las agresivas tácticas utilizadas, como redadas y deportaciones que a menudo desafían las órdenes judiciales, el ritmo de deportaciones sigue siendo muy bajo en comparación con las metas planteadas.
Incluso si se lograra deportar a todos los 14 millones de inmigrantes indocumentados estimados en Estados Unidos, tomaría décadas hacerlo, y esto asumiendo que los países de origen aceptarían a sus nacionales, lo cual no es una conclusión inevitable. Además, la administración ha tenido que aumentar significativamente el número de trabajadores autorizados, como visas H-2A, para abordar la escasez de mano de obra derivada de las deportaciones.
El autor señala que la política migratoria de Trump no solo ha sido ineficaz, sino que también ha generado problemas legales y consecuencias económicas negativas. Además, su estrategia ha servido de modelo para otros países de la región, como Chile, donde el candidato de extrema derecha José Antonio Kast prometió expulsar a todos los inmigrantes no autorizados, algo que el autor considera inhumano, ilegal e imposible de llevar a cabo.
En conclusión, a pesar de los esfuerzos de la administración Trump por implementar una política antiinmigrante agresiva, los resultados han sido decepcionantes y han demostrado que intentar deshacerse de los inmigrantes es tanto económicamente costoso como demostrablemente fútil.












