La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha llamado a los trabajadores de la industria petrolera a "extremar" la vigilancia de las instalaciones de Pdvsa ante posibles intentos de "sabotaje". Rodríguez se refirió específicamente a mantenerse en alerta por la seguridad física de las instalaciones, así como ante "amenazas cibernéticas".
Estas declaraciones se dan en medio de la controversia generada por la incautación de un buque iraní que estaba transportando petróleo venezolano a Cuba. El pasado viernes, el Distrito de Columbia en Estados Unidos reveló la orden de confiscación del barco, la cual fue dictada el 26 de noviembre.
Según el comunicado, el tanquero en cuestión es un instrumento de la Guardia Revolucionaria de Irán y de Hezbolá para obtener financiamiento para el terrorismo, mediante las ganancias provenientes del petróleo venezolano. El director del FBI, Kris Patel, afirmó que la incautación del buque representa un duro golpe para las fuerzas de facto de Irán y Venezuela.
La preocupación del gobierno venezolano por la seguridad de sus instalaciones petroleras se produce en un contexto de tensiones geopolíticas y sanciones internacionales que han afectado severamente la producción y exportación de crudo del país. Venezuela, que depende en gran medida de los ingresos del petróleo, ha buscado formas alternativas de comercializar su producción, incluyendo acuerdos con Irán.
La orden de confiscación del buque iraní es vista por el gobierno de Nicolás Maduro como un nuevo ataque a la soberanía y la economía venezolana. Rodríguez ha llamado a los trabajadores de Pdvsa a mantener una vigilancia extrema para evitar cualquier intento de sabotaje o amenaza a las instalaciones clave del sector petrolero, que sigue siendo la principal fuente de divisas para el país.












