La Atención Primaria de Salud (APS), definida en la histórica Conferencia de Alma Ata en 1978, ha sido el gran ausente en la implementación del Modelo de Atención Integral de Salud en Ecuador. A pesar de su probada efectividad para resolver hasta el 80% de las principales enfermedades de la población a un costo asequible, los esfuerzos por consolidarla como pilar fundamental del sistema de salud han carecido de la sostenibilidad política necesaria.
El artículo del médico José Palau Duarte resalta la importancia de rescatar los principios de Alma Ata y empoderar a la población en el cuidado de su salud a través de la APS. Esto cobra especial relevancia en un momento en que se observa el colapso de muchos hospitales en varias provincias del país, cuya raíz radica en la fragilidad del primer nivel de atención.
La reciente designación de la vicepresidenta María José Pinto como ministra de Salud representa una oportunidad para abrir el debate sobre el fortalecimiento y la sostenibilidad del Modelo de Atención Integral de Salud, con la APS como "pilar fundamental". Esto permitiría derribar el paradigma del "hospitalocentrismo" y reorientar el sistema hacia la promoción y prevención de enfermedades.
Palau Duarte enfatiza que la salud pública no se limita a los hospitales, sino que abarca un amplio espectro de acciones, desde los programas de inmunización hasta la vigilancia de enfermedades y el fomento de estilos de vida saludables. Es el momento de actualizar los principios de Alma Ata y empoderar a la población en el cuidado de su salud, sentando las bases para un sistema de salud más eficiente y centrado en las necesidades de la gente.












