La UEFA y otras autoridades deportivas internacionales han dejado claro que no será posible reintegrar a Rusia en las competiciones deportivas, ni siquiera en las categorías inferiores, hasta que se llegue a un acuerdo político que resuelva la crisis generada por la invasión a Ucrania.
Pese a que la Cumbre Olímpica recomendó permitir a los atletas juveniles de Rusia y Bielorrusia competir bajo sus banderas nacionales, como un primer paso hacia el regreso de estos países al deporte internacional, las federaciones europeas de fútbol mantienen un fuerte escepticismo sobre la viabilidad de readmitir a Rusia, incluso en las categorías inferiores.
Las fuentes consultadas señalan que, mientras la situación política siga sin resolverse, muchos países seguirían negándose a jugar contra equipos rusos o a admitirlos en su territorio. Esto supone un duro golpe para las aspiraciones de Rusia de reintegrarse al panorama deportivo internacional.
La UEFA había considerado readmitir a Rusia en las competiciones sub-17 en 2023, pero finalmente desistió de ese plan. Y es que, pese a los llamamientos de la Cumbre Olímpica para que los jóvenes atletas rusos y bielorrusos "no sean considerados responsables de las acciones de sus gobiernos", la realidad es que el conflicto en Ucrania sigue siendo un obstáculo insalvable para el regreso de estos países a las competiciones internacionales.
Hasta que no se alcance un acuerdo político que ponga fin a la crisis, parece poco probable que Rusia pueda recuperar su lugar en el deporte mundial. La UEFA y otras federaciones mantienen una posición firme, priorizando la resolución del conflicto por encima de cualquier consideración deportiva.
