Hay mujeres que iluminan donde pisan, mujeres fuertes, valientes y, por encima, está ella, la suboficial inspector Liliana Amarilla, una mujer de esas que te devuelven la fe en la humanidad con solo escuchar su historia. Porque lo suyo no es moda, no es show, no es búsqueda de aplausos lo suyo es vocación, corazón y un amor inmenso por los niños.
En un día cualquiera, Liliana se ajusta el uniforme azul y sale a cumplir su deber como oficial de la Policía Nacional, institución en la que ya lleva 17 años sirviendo con disciplina, coraje y un respeto enorme por la ley. Firme cuando debe ser firme, responsable cuando la situación lo exige, pero siempre humana, con una sonrisa lista para el que lo necesita.
Pero su historia tiene otra cara, una segunda faceta que emociona hasta al más duro. Porque cuando se saca el uniforme y llega su día libre, Liliana no descansa, se transforma en la "Mujer Maravilla". Sí, en la mismísima superheroína, pero una versión real, que visita hospitales y lleva alegría a los niños que luchan contra enfermedades duras, como el cáncer.
"Todo empezó un 16 de agosto, Día del Niño", recuerda Liliana. Ese día decidió sorprender a los chicos de la escuela donde trabaja desde hace 15 años dirigiendo el tránsito a la entrada y salida. Llegó disfrazada de superheroína y ahí nomás nació la magia.
Lo que más sorprende de esta mujer es su humildad. Ella va a los cumpleaños, pero no como animadora. Va como invitada especial, sin cobrar un solo guaraní. "No lo hago para recibir dinero, para eso tengo mi trabajo. Lo único que deseo es ver a los niños con esa sonrisa sincera, con esa inocencia que solo sale de los chicos", afirma.
Y así, con el traje, reparte abrazos y alegría, pero también sabe que, fuera del disfraz, a veces le toca ser "la villana", cuando de hacer cumplir la ley se trata. Su carisma es tan grande que logra reunir juguetes, ropas y todo lo que se pueda para ayudar a los niños enfermos que tienen tantas necesidades. Y lo hace golpeando puertas, pidiendo, buscando, sin verg enza, porque sabe que la recompensa está en verlos felices.
Para esta Navidad, quienes quieran sumar un granito de arena pueden acercar sus donaciones a la Comisaría 32a de Capiatá, donde ella se encarga de que todo llegue a las manitos correctas.
Y si aún quedaba alguna duda del tamaño del corazón de esta valiente mujer, basta escuchar cómo consiguió su disfraz: "Hice un préstamo grande solo para traer desde Estados Unidos el traje original de la Mujer Maravilla, ahora en tres años voy a pagar todo por mi traje", contó entre risas. "Entiendo que un niño que sufre merece ver a su heroína favorita tal cual la imaginó", explicó.
La oficial Liliana Amarilla es una superhéroe paraguaya auténtica que lucha con amor, bondad y una fuerza que le nace del alma para alegrar la vida de los niños más necesitados.










