El pasado 10 de diciembre de 2025, la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, fue sacudida por un fuerte temblor que causó pánico entre sus habitantes y dejó un saldo de daños materiales y heridos.
Según los primeros reportes, el sismo tuvo una magnitud de 6.2 en la escala de Richter y se originó a una profundidad de 15 kilómetros. La sacudida se sintió con fuerza en toda la ciudad y provocó el desalojo de edificios, el colapso de algunas estructuras y cortes en el suministro de energía eléctrica y agua.
Las autoridades locales informaron que varias personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, debido a la caída de escombros y el pánico generado por el temblor. Los servicios de emergencia y rescate fueron activados de inmediato para atender a los afectados y evaluar los daños.
"Fue una experiencia aterradora, sentimos que la tierra se movía debajo de nosotros y todo empezó a temblar. Muchas personas salieron corriendo de los edificios y las calles se llenaron de gritos y caos", relató una testigo del sismo.
Según los expertos, el temblor se debió a la actividad tectónica en la región, ya que Colombia se encuentra ubicada en una zona de alta sismicidad debido a la convergencia de las placas de Nazca y Suramericana. Lamentablemente, los sismos de esta magnitud son recurrentes en el país y la población debe estar preparada para enfrentar estas situaciones de emergencia.
Las autoridades han activado los protocolos de emergencia y han solicitado a la población mantener la calma y seguir las instrucciones de las entidades de socorro. Se espera que en las próximas horas se tenga una evaluación más detallada de los daños y se puedan brindar asistencia a los afectados.











