La embajada de Estados Unidos en Nicaragua ha emitido una advertencia sobre "patrones preocupantes" que se han observado en el país centroamericano, en medio de la amenaza de expulsión de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR).
Según la información proporcionada, la investigación realizada por la embajada ha expuesto "confiscaciones arbitrarias de propiedades y el desmantelamiento de instituciones democráticas" en Nicaragua, procesos que, afirma, han debilitado la estabilidad jurídica de familias, trabajadores y empresas nicarag enses.
La advertencia de la embajada estadounidense se produce en un momento de tensión entre Nicaragua y Estados Unidos, luego de que el gobierno de Daniel Ortega amenazara con la posible salida de Nicaragua del CAFTA-DR, un acuerdo comercial que ha sido fundamental para las relaciones económicas entre ambos países.
El CAFTA-DR, vigente desde 2006, ha sido un pilar importante del comercio entre Estados Unidos y Centroamérica, facilitando el intercambio de bienes y servicios. Sin embargo, el gobierno de Ortega ha cuestionado los beneficios del acuerdo para Nicaragua, argumentando que no ha generado los resultados esperados para el país.
Analistas y expertos en la región han señalado que la posible salida de Nicaragua del CAFTA-DR podría tener serias consecuencias económicas para el país, ya que pondría en riesgo el acceso preferencial de sus productos al mercado estadounidense, uno de los principales destinos de las exportaciones nicarag enses.
Además, la advertencia de la embajada estadounidense sobre los "patrones preocupantes" en Nicaragua se produce en un contexto de crecientes tensiones políticas y sociales en el país, donde el gobierno de Ortega ha sido acusado de socavar las instituciones democráticas y reprimir a la oposición.
Estas acciones han generado preocupación en la comunidad internacional, que ha instado al gobierno de Nicaragua a respetar los derechos humanos y a restaurar la democracia en el país. La advertencia de la embajada de Estados Unidos parece ser un reflejo de estas inquietudes y una señal de que Washington está atento a la evolución de la situación en Nicaragua.












