Dos años y más de dos meses después del brutal asesinato de Oscar Alberto Ávalos, un policía retirado de la Bonaerense que fue apuñalado 12 veces y luego calcinado en su casa de General Rodríguez, la causa finalmente dio un giro inesperado. La clave para resolver el crimen fue la aparición de un arrepentido, alguien muy cercano a la presunta asesina, que relató con escalofriantes detalles cómo ocurrió todo.
Según el testimonio al que accedió Infobae, la mujer detenida es Laura Domínguez (47), una trabajadora sexual que vivía a apenas 150 metros de la víctima y que era cliente habitual del suboficial asesinado. Al parecer, en una cita sexual pactada, Ávalos y Domínguez discutieron por el robo de un anillo que él le endilgaba, lo que desencadenó una violenta pelea que terminó con el policía apuñalado 12 veces mientras estaba desnudo en su cama.
Luego, la mujer envolvió el cuerpo en una sábana y prendió fuego la habitación, en un desesperado intento por borrar los rastros del crimen y del robo de un televisor, algo de dinero y el anillo tipo sello que le había sustraído a la víctima.
Pero la clave para cerrar el círculo en contra de Domínguez fue la aparición del arrepentido, que resultó ser el ex novio y padre del hijo de la presunta asesina. Según su relato, esa noche vio llegar a Domínguez a su casa con la ropa y el cuerpo manchados de sangre, y portando el televisor robado. Además, aseguró que la mujer lo amenazó con matar a su hijo si lo delataba.
El entorno de la detenida aparece en el expediente como un núcleo familiar atravesado por la marginalidad, la violencia y el narcomenudeo. De hecho, la hija de Domínguez también está involucrada en una causa por drogas.
Finalmente, luego de dos años de investigación, los fiscales consideran que el caso está prácticamente resuelto y que Laura Domínguez será imputada por el delito de homicidio criminis causa, es decir, matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad. Ahora, la mujer permanece detenida a la espera de la resolución judicial.
