El Movimiento Todos Somos El Espino ha denunciado que el bosque de El Espino en El Salvador está siendo talado bajo la presencia de fuerzas militares, a pesar de las declaraciones del embajador chino que aseguró que solo se "talaría un poquito" y los árboles serían "trasladados".
El movimiento ciudadano ha exigido detener cualquier intervención en El Espino hasta que se realice un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) público, independiente y auditado por la academia. Advierten que trasladar árboles de un bosque primario urbano no es viable, ya que las especies de El Espino no son "macetas" y un ecosistema no es un "mueble que se desconecta y se enchufa en otro lado".
Los biólogos salvadoreños han explicado que El Espino es un bosque maduro, con raíces profundas y una interacción crucial con aves, mamíferos y polinizadores. Además, funciona como un amortiguador natural de lluvias intensas en un país que ya registra el 92% de la lluvia anual antes de terminar octubre. Destruir esta recarga hídrica sería "una sentencia contra las generaciones futuras".
El movimiento ha hecho un llamado a la ciudadanía a defender El Espino, ya que es defender el agua, el clima, la biodiversidad y la vida humana. Hasta el momento, el gobierno salvadoreño no ha presentado ningún documento técnico que avale esta intervención, ni ha realizado una consulta ciudadana o un plan de gestión de riesgos.









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