Descubren un fenómeno astronómico sin precedentes: una ola de rayos gamma que duró 7 horas

Una extraordinaria ola de rayos gamma mantenida durante casi siete horas ha sorprendido a la comunidad científica al activar de forma continuada múltiples satélites de la NASA. El fenómeno, catalogado como GRB 250702B, presentó una intensidad y duración sin precedentes, según los análisis publicados en The Astrophysical Journal Letters, lo que ha abierto nuevas hipótesis sobre el origen de estos estallidos extremos.

Los rayos gamma suelen manifestarse en episodios breves, pero en esta ocasión la emisión se prolongó durante un periodo excepcional, lo que obligó a combinar datos procedentes del observatorio Fermi, el telescopio Swift y otros instrumentos espaciales. La investigadora Eliza Neights, del Centro Goddard, señaló al respecto que "no hemos visto ningún estallido de rayos gamma como este en los últimos 50 años".

Los astrónomos pudieron localizar la señal en una galaxia distante, caracterizada por un elevado contenido de polvo que ocultó cualquier rastro visible del estallido. La intervención del Very Large Telescope y del Telescopio Espacial Hubble permitió identificar una estructura galáctica masiva, mientras que el James Webb proporcionó imágenes en el infrarrojo que mostraron con claridad la región donde se produjo la explosión.

Las hipótesis principales apuntan a la intervención de un agujero negro. Algunos equipos consideran que podría tratarse de un evento de disrupción por marea provocado por un agujero negro de masa intermedia, capaz de desgarrar una estrella al acercarse demasiado. Otros investigadores proponen un escenario distinto, basado en la fusión entre un agujero negro de pocas masas solares y una estrella de helio, lo que explicaría la emisión prolongada de energía y la persistencia del resplandor en rayos X.

El análisis dirigido por Jonathan Carney, de la Universidad de Carolina del Norte, profundiza en esta posibilidad al señalar que la galaxia anfitriona es más del doble de masiva que la Vía Láctea. Según sus palabras, "este es el estallido de rayos gamma más grande que jamás hemos observado", una característica que lo convierte en un caso de estudio esencial para comprender la evolución de objetos extremos en el universo.

La duración extraordinaria del GRB 250702B permitió capturar información detallada sobre el entorno galáctico y el comportamiento del chorro relativista. Científicos como Igor Andreoni, de la Universidad de Carolina del Norte, destacaron que "Un estrecho chorro de material viajó al menos al 99% de la velocidad de la luz a través de gruesas capas de polvo cósmico", lo que sugiere una liberación de energía excepcionalmente eficaz.

Este evento se convertirá en un punto de referencia para futuras investigaciones, ya que proporciona datos esenciales sobre la formación de elementos pesados y el papel de los agujeros negros en la dinámica del cosmos. Cada nuevo estallido de larga duración será comparado con el GRB 250702B para determinar si responde a un proceso similar o revela un mecanismo hasta ahora desconocido dentro de las explosiones más energéticas del universo.